La cerveza, esa bebida de consumo tan arraigado en nuestro país, ya sea por su sabor, por su función refrescante o como simple acompañamiento a un acto social entre amigos. Pero, ¿qué es exactamente?
La cerveza es el resultado de una fermentación alcohólica cuyo principal componente es la cebada, dando una bebida compuesta en un 90% por agua, acompañada de otros elementos beneficiosos para nuestro organismo como vitaminas y minerales, pero también de uno en concreto muy perjudicial que es el alcohol.
Nutricionalmente la cerveza aporta a nuestra dieta fundamentalmente calorías. En concreto una cerveza de 5º aportaría aproximadamente 450 Kcal/litro, de las que 2/3 partes corresponden al alcohol y el resto a maltodextrinas que se generan como residuo de la hidrólisis del almidón que la levadura no ha podido metabolizar; es decir, carbohidratos de alto índice glucémico pero que aportan energía sostenida en el tiempo. En el caso de la cerveza sin alcohol la cantidad de calorías descendería a 140 por litro.
Atendiendo a sus componentes encontramos:
Con este artículo no estoy diciendo que hay que beber alcohol y que el alcohol es la monda, PARA NADA. Lo que estoy intentando es poner las cosas en contexto y explicar que en cantidades moderadas no es algo que haya que preocuparnos demasiado si nuestra dieta y nuestro estilo de vida es saludable en general. Como en mil otras cosas, no todo es blanco o negro y con moderación pocas cosas son perjudiciales. Si que es cierto que no beber absolutamente nada no implica efectos negativos, ya que el alcohol es completamente prescindible y muchos o todos los beneficios que aporta se pueden obtener por otras vías.
Además hay que añadir el bajo contenido en Sodio de esta bebida y la elevada proporción Sodio-Potasio, lo que provoca un fuerte efecto diurético que no hace de esta bebida la más apropiada para rehidratarse, sobre todo en un deporte aeróbico como es el running. Por lo tanto, en mi opinión, descartaría totalmente su ingesta en el momento de pre-entreno o pre-competición y no lo recomendaría como recuperador, por lo que si no tienes esa costumbre no empieces ahora, aunque también es cierto que si ya tienes adquirido ese hábito tampoco es tan grave.